Feng Shui
¿Qué es el Feng Shui?
El Feng Shui es un antiguo arte chino que busca la armonía y el bienestar dentro de un espacio, mediante los cinco elementos de la astrología china y el equilibrio entre el Yin y el Yang. Esta armonía se alcanza a través de la energía Ch’i, la fuerza vital del universo. Cuanta más energía Ch’i fluya en un entorno, más equilibrado y armonioso será.
El término Feng Shui proviene del chino y su traducción literal es “viento y agua”.
Esta filosofía se ha puesto muy de moda en España y se aplica en oficinas, hogares, objetos decorativos e incluso en colecciones de moda. En esta guía te explicamos de manera sencilla qué es el Feng Shui y cómo puedes aplicarlo en tu vida diaria para atraer armonía, prosperidad y equilibrio.
Los antiguos maestros chinos observaron que ciertas vibraciones presentes en el entorno podían influir positiva o negativamente en la mente y el cuerpo. Así comprendieron la importancia de estudiar la ubicación de los edificios, muebles y objetos, buscando siempre una disposición que favorezca la energía de las personas.
Elementos del Feng Shui
El Feng Shui utiliza los cinco elementos de la astrología china para equilibrar los espacios: madera, agua, fuego, tierra y metal. Estos representan las formas fundamentales del universo y los modos en que la energía Ch’i se manifiesta.
Los cinco elementos del Feng Shui
- Madera
Muebles, accesorios, suelos, techos, plantas y flores —incluso artificiales—, cuadros con motivos naturales y formas alargadas o circulares, como columnas. Colores: verdes y azules. - Fuego
Velas, lámparas, luz natural, pinturas con fuego o formas triangulares. Colores: rojos y anaranjados. - Tierra
Ladrillos, cerámica, objetos de barro o arcilla, formas cuadradas o rectangulares. Colores: marrones y amarillos. - Metal
Objetos de acero, cobre, hierro, plata, aluminio o latón. También cristales y piedras preciosas. Formas: circulares u ovaladas. Colores: blanco y tonos pastel. - Agua
Ríos, fuentes, espejos, cristales, acuarios o piscinas. Formas asimétricas. Colores: oscuros, especialmente azul y negro.
Los colores sensibles
El negro y el rojo son los colores más sensibles del Feng Shui. Tradicionalmente, no se recomienda usar el negro en puertas o paredes orientadas al norte o al sur, ni el rojo en las que miran al este o al oeste. Se cree que estas combinaciones pueden atraer mala suerte, por lo que deben utilizarse con cuidado y equilibrio.
El color Rojo
Palabras clave: energía, pasión.
El rojo es el color más poderoso. En la naturaleza es poco común, por eso, cuando lo vemos, nos transmite una sensación intensa. En China, simboliza la felicidad y la prosperidad, y sigue siendo un color de buena fortuna. Las novias aún lo usan para atraer la suerte, y los huevos rojos se regalan cuando un bebé cumple un año. El rojo pertenece al elemento fuego.
Es inspirador y dinámico, pero también puede provocar agitación si se usa en exceso. Ideal para zonas de actividad, como gimnasios o salas de juegos, aunque debe evitarse en los dormitorios, ya que puede causar insomnio.
El color Naranja
Palabras clave: entusiasmo, sociabilidad.
El naranja es un color alegre, acogedor y social, con energía cálida. Está asociado al elemento tierra y aporta optimismo y cercanía. Es perfecto para salones o espacios donde se conversa, y también estimula la mente, siendo ideal para zonas de estudio.
Amarillo
Palabras clave: positividad, optimismo.
El amarillo, color del sol, simboliza la vitalidad, la alegría y la sabiduría. En la antigua China era el color de la risa y la felicidad. Relacionado con el elemento tierra, ilumina los espacios y mejora el ánimo, aunque debe usarse con moderación, ya que su exceso puede causar fatiga visual.
Verde
Palabras clave: paz, equilibrio.
El verde, color de la naturaleza, representa la calma y la armonía. Asociado con la madera y la primavera, transmite serenidad y esperanza. Es perfecto para dormitorios o espacios destinados al descanso y la meditación.
Azul
Palabras clave: calma, confianza.
El azul simboliza el cielo y la protección divina. Es introspectivo y sereno, relacionado con el elemento agua. Los tonos más profundos, como el índigo, favorecen la espiritualidad y la intuición. Ideal para baños, espacios de relajación o meditación.
Violeta
Palabras clave: espiritualidad, creatividad.
El violeta combina la energía del rojo con la calma del azul. Está asociado al misticismo, la inspiración y la búsqueda interior. Ideal para lugares donde se requiera concentración o reflexión profunda.
Dorado
Palabras clave: dignidad, prosperidad.
En la China imperial, solo el emperador podía vestir de dorado. Por eso, este color simboliza el éxito, la fortuna y el poder. Asociado al elemento metal, combina positividad y elegancia, especialmente cuando se une al rojo.
Blanco
Palabras clave: pureza, claridad.
El blanco representa la inocencia y la luz. En Oriente, también está vinculado a los funerales, pero en el Feng Shui se asocia con la claridad mental y la atracción del Chi. Se recomienda combinarlo con colores vivos para equilibrar su energía. Pertenece al elemento metal.
Negro
Palabras clave: elegancia, profundidad.
El negro es el color de la noche, misterioso y sofisticado. En el Feng Shui se relaciona con el elemento agua y con la abundancia. Utilizado con moderación, aporta fuerza y poder, aunque un exceso puede generar pesadez o melancolía.
Consejos prácticos de Feng Shui
Para ser más organizado:
Ordena cajones y armarios, deshazte de lo que no usas y mantén tu casa limpia. Dona, vende o recicla lo que ya no te sirve.
Para atraer prosperidad:
Cierra los ojos e imagina cómo sería una casa próspera: colores, aromas, objetos... Luego, recrea esa sensación de abundancia en tu hogar.
Para atraer amor:
Coloca objetos en pareja, flores naturales y tonos rosas. Crea un ambiente cálido y romántico.
Lo básico para el día a día
- Mantén los baños limpios y ordenados, con las tapas cerradas. Añade flores o piedras decorativas.
- Evita el exceso de objetos: deja espacio para que la energía fluya.
- Repara o desecha los objetos rotos.
- Las plantas naturales aportan vida y alegría al entorno.
- Si usas plantas artificiales, mantenlas siempre limpias.
- Haz los cambios poco a poco, según tus posibilidades.
- Cuida tus pensamientos y mantén una actitud positiva. Las buenas energías fluyen desde dentro.
- Libérate del rencor y practica el perdón.
- Escucha tu intuición.
- Recuerda: todo vibra energía. El Feng Shui no funciona sin la intención real de mejorar tanto tu entorno como tu interior.